jueves, 3 de marzo de 2011

Se multiplican las crisis

No hay mejor forma de definirse uno mismo que definiendo al opuesto, es decir cargar de adjedivos al contrario y definirse en contraposición a ese otro, pero nunca dando una definición clara de lo que es uno mismo. Esto es lo que esta sucediendo con los dos grandes partidos de este estado, PP y PSOE.
Llevamos unos cuantos años de discursos vacíos, poco elaborados y nada constructivos, lo que contribuye ha aumentar las crisis en el Estado español, por un lado estamos atravesando una crisis económica muy fuerte a la que se le estan sumando entre otras una crisis de la función política y otra crisis de valores políticos.
Como crisis de la función política quiero referirme a la forma de hacer política -gestión del Estado- que ha pasado a un plano cercano a lo lamentable. Por un lado tenemos un partido político en el gobierno que toma las decisiopnes, y por otro tenemos una oposición que rechaza sistematicamente todo lo que viene del gobierno, pero ninguno justifica ni crea un espacio de debate público. Estos partidos ya "no tienen" un programa político marcado, principalmente porque no lo necesitan, ya que su dinamica simplemente necesita de la negación y la oposición -deberían cambiarse ell nombre y empezar a denominarse partido blanco y partido negro y coger el ying-yang como emblema, uno una parte y el otro la contraria-, sin argumentos o justificaciones, simplemente porque es lo más sencillo, pero no se dan cuenta de que hay casi 4,5 millones de parados de los que 2,1 son de larga duración y más de un 40% de paro juvenil, por lo que lo ideal sería un trabajo conjunto para aplacar esta situación y dejar de tirarse piedras porque acaban el el tejado del pueblo ya que el suyo esta muy alto para llegar.
Es aquí donde surge y entra en juego la la crísis de valores políticos. La política en su creación y su posterior desarrollo tenía la misión y el objetido de gestionar las polis -actualmente los estados- de la forma más beneficiosa para el pueblo y siempre llevada a cabo por los más aptos. Pero ahora la política ha degenerado y en gran parte por sus élites que la han transformado en un juego de poder, ahora esta élite esta compuesta por un grupo de amalgamados gestores que su único anhelo es el poder, unos tratan de mantenerlo y otros de conquistarlo, pero el pueblo ,en quien reside el poder en teoria, le encuentra olvidado en las mentes de estos malgestores.
En estos pocos años de democracia, más concretamente desde 1982, hemos visto como la maxima empleada por Federico II de Austria ha vuelto a triunfar: "todo para el pueblo, pero sin el pueblo"; esto se traduce en que en este Estado las elecciones solo sirven para elegir a uno de los candidatos seleccionables, ya que primeramente los partidos políticos seleccionan quien han de ser los candidatos, y a partir de esta elección, el candidato triunfador se cree con la legitimidad y potestad de hacer lo que le convenga por 4 años, pero sin contar con la opinión del pueblo. Pero esto no es la democracia, esta se contruye día a día y desde abajo y no desde arriba, ya que de esta forma se acaba convirtiendo en una tirania de los seleccionados y de los partidos políticos.
Este Estado necesita un cambio en las lógicas políticas, una reificación de los partidos políticos y una revitalización de la democracia, pero esto ha de hacerse desde abajo, debemos ser nosotros, los hombres y las mujeres y sobre todo los jovenes, sino queremos un futuro tan triste como el presente. Pero ¿como conseguirlo? Con movilización ciudadana y la primera medida ha de ser el voto en blanco masivo, para que vean que creemos en la democracia en la política pero no en los partidos políticos. El presente y el futuro son nuestros no se lo regalemos a esa decadente clase dirigente.

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